La esencia seguirá siendo la misma: comunicar positivamente y constructivamente a las organizaciones en donde nos desempeñamos con sus diferentes públicos. Pero todo lo demás (cómo, con qué herramientas, por cuales vehículos) está sujeto a la influencia de enormes cambios tecnológicos que están influyendo en los hábitos de lectura y en los propios medios de comunicación, que de manera constante vienen impactando en nuestra profesión. Veamos a continuación las tendencias más importantes:
1. Movilidad: parece un lugar redundante para quienes seguimos el tema, pero la tendencia se va consolidando y profundizando día a día. Es cada vez más frecuente que los usuarios utilicen sus – también “cada vez más frecuentes” – Smartphones, tablets y por supuesto notebooks para acceder a la realidad del mundo y todas las noticias que están dando vuelta en internet. Es posible que estemos viviendo una era en donde se está leyendo como nunca, pero la gran diferencia es que se lo hace a través de dispositivos electrónicos, en su mayoría móviles.
2. Medios: internet, la tecnología y la movilidad están modificando los medios de comunicación y su capacidad de influencia en la creación de opinión pública. Algunos años atrás alcanzaba una buena nota en televisión o un periódico importante para movilizar a la opinión pública. Hoy puede hacerlo de manera más masiva y eficiente una convocatoria a través de las redes sociales, controladas e influenciadas por…sus propios usuarios. Los medios de internet, incluso, van profundizando su independencia de los medios tradicionales. Muchas de las cadenas de noticias que circulan en internet se generan en medios propios de la red, generando un circuito paralelo de información e influencia. Pequeños blogs especializados pueden generar impactos de magnitud. Esto significa un cambio profundo desde una época con pocos medios muy influyentes, a otra donde la influencia de diluye entre cientos de medios incluyendo a pequeños medios de nicho. Cualquiera de ellos, desde el más pequeño al gigante, pueden impactar significativamente a la opinión pública.
3. Consumo de noticias personalizado: los usuarios se adaptan progresivamente a los nuevos tiempos aprovechando las ventajas tecnológicas para informarse de aquello que les interesa. Estamos migrando de una época de medios “masivos” hacia la “personalización del consumo de noticias”. Internet, los dispositivos móviles y números aplicaciones permiten que los usuarios se informen básicamente de aquellos temas que están interesados, y a través sus medios preferidos. Por ejemplo, un usuario podría, tal como lo ha realizado en los últimos años, comenzar su mañana revisando los portales de los periódicos más importantes. Pero también puede descargar aplicaciones inteligentes que integran noticias y RSS (una función de sitios web y blogs que permiten difundir sus noticias a otras aplicaciones), y de este modo leer sólo las noticias de los sitios que sigue, sean grandes portales informativos o pequeños blogs. Cualquier computadora, tablet o Smartphone puede hacerlo, lo cual implica que los usuarios leen las noticias que quieren, de los medios que prefieren y en el momento que desean.
4. Múltiples formatos: Todo lo anterior genera una nueva consecuencia: los formatos tradicionales de generación de noticias por parte de las organizaciones están empezando a resultar obsoletos, o al menos insuficientes. Apenas 10 años atrás un anuncio de prensa o una entrevista alcanzaba para divulgar la noticia. Hoy en día, la noticia se personaliza de acuerdo a las nuevas posibilidades de comunicación, generando plataformas multimedia de comunicación en donde distintos formatos comunican lo mismo pero de acuerdo a su naturaleza propia. Además del anuncio de prensa, hay que pensar en imágenes, infografías, videos, podcasts y todo aquello que aumente las posibilidades de divulgación de la noticia. Si el formato no es adecuado para Facebook, entonces la campaña puede resultar obsoleta e ineficiente.
5. Múltiples fuentes de información: hasta hace poco, todo se limitaba a la fórmula “medio + periodista”. Esos dos integrantes de la cadena informativa controlaban la difusión de las noticias. En la actualidad, y de un modo creciente, el origen de la información se amplía a miles de individuos, muchos de ellas desconocidos o difíciles de acceder. Los medios comienzan a agregar noticias y columnas de una enorme variedad de fuentes además de los periodistas de su propio staff. Personalidades famosas, expertos en áreas específicas, ciudadanos de una comunidad y todo tipo de “contribuidores” se agregan al circuito. Yo mismo, desde una ciudad fuera de Brasil, soy un “agregador de contenido” para la página de ABERJE. Del mismo modo lo hacen miles de personas en miles de sitios diferentes.
6. Noticias Editorializadas con aportes de usuarios: Lo que es igualmente intenso son los comentarios que muchos medios y blogs permiten subir a sus lectores. Eso significa la posibilidad que ciudadanos anónimos enriquezcan o “ensucien” los artículos periodísticos con sus propios comentarios e informaciones, algunas veces fundamentados y otras tantas demasiado subjetivos. El asunto sería anecdótico e incluso divertido si se trata de los comentarios sobre el resultado de un partido de fútbol. Pero si la noticia involucra temas en donde las organizaciones pueden estar involucradas, los riesgos para la reputación de las mismas se incrementan.
7. Un tono más informal: los medios tradicionales solían imponer un tono particular para la difusión de las noticias, pleno de altura, formalismo y autoridad. Internet y las redes sociales imponen sus propias reglas, entre las cuales figura que la comunicación debe ser más directa, llana y franca. ¿Imaginen el texto de un anuncio de prensa de hace 10 años divulgado en Facebook? Sería un fracaso absoluto y definitivamente una acción contraproducente para la imagen de la organización. Los nuevos medios imponen nuevos lenguajes y tono, y de su manejo eficiente depende la posibilidad de encajar o no en los nuevos medios.
Algunos dirán que las tendencias relatadas no son totalmente nuevas y que varias de ellas vienen imponiéndose desde hace años. Totalmente de acuerdo. Pero lo importante es que no se trata de modas o tendencias pasajeras de poco impacto. Todo indica que tanto el mundo de los medios como el modo en que los usuarios consumen información están cambiando de un modo concluyente y sin retorno. De nuestra habilidad como comunicadores para entender y adaptarnos al cambio, incorporando nuevas disciplinas y herramientas, dependerá no solo el éxito o el fracaso de nuestro trabajo, sino también nuestra capacidad de supervivencia en un entorno cada vez más incierto, exigente e incluso despiadado para el ejercicio de nuestra profesión.